Las adicciones no se limitan únicamente al consumo de productos químicos que pueden implicar algún daño en la persona quien las ingiere, habiendo también conductas nocivas tanto para la misma persona como para su entorno más cercano.
Las adicciones no se limitan únicamente al consumo de productos químicos que pueden implicar algún daño en la persona quien las ingiere, habiendo también conductas nocivas tanto para la misma persona como para su entorno más cercano.
Cada vez más cobra fuerza una concepción diferente, en la que la naturaleza de la adicción es relacionada con un problema de aprendizaje.
A la hora de habla de adicciones, estamos hablando de un trastorno basado en el funcionamiento del cerebro, que en las personas adictas funciona de manera anómala.
Pero no es una enfermedad degenerativa irreversible; al menos, no en la mayoría de las ocasiones. Es un problema de aprendizaje que cambia la forma de funcionamiento del cerebro, alterando sus conexiones mediante nuevos mecanismos de recompensa, motivación y castigo.
Al igual que otros trastornos de aprendizaje, también está influenciado por la genética y el ambiente durante todo nuestro proceso evolutivo.
Y es probable que esto se deba a que las adicciones se producen no solo por la composición de ciertas sustancias que llevan a una adicción química o física, sino también por factores psicológicos que llevan a las personas a depender de un hábito o sustancia para estar en equilibrio.
La técnica de la Estimulación Electromagnética incide eléctricamente a nivel del córtex cerebral, permitiendo valorar la excitabilidad del córtex motor, y del tracto corticoespinal.
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